A los bibliotecarios les preocupa que la nueva ley pueda tener un "efecto paralizador": HEA 1447 crea un proceso para impugnaciones de libros y prohíbe materiales "obscenos"

Una nueva ley de Indiana que entrará en vigor en 2024 inquieta a algunos bibliotecarios de escuelas públicas, ya que el estado ha implementado procedimientos para cuestionar libros y requerirá que las bibliotecas escolares preparen un catálogo de materiales disponible públicamente.

El gobernador de Indiana, Eric Holcomb, promulgó la Ley 1447 de la Cámara de Representantes en mayo.

La nueva ley entra en vigor el 1 de enero de 2024 y tiene un lenguaje que afecta directamente a las bibliotecas de las escuelas públicas y autónomas, pero no a las escuelas privadas.

Según la Biblioteca Estatal de Indiana, la ley exige que las juntas escolares de Indiana establezcan un procedimiento que permita a los padres, tutores y miembros de la comunidad solicitar la eliminación de la biblioteca escolar de materiales que sean obscenos o perjudiciales para los menores.

También prohíbe que las bibliotecas escolares de Indiana pongan a disposición materiales que contengan materia obscena o dañina para menores.

El texto inicial del proyecto de ley giraba en torno a directrices relativas a proveedores externos para análisis, evaluaciones o encuestas en las escuelas.

Chad Heck, copresidente del Comité de Defensa de la Federación de Bibliotecas de Indiana y bibliotecario escolar en Indianápolis, dijo que se insertó lenguaje en HEA 1447 a finales de la sesión legislativa de 2023 sobre la obscenidad y el establecimiento de procesos de impugnación.

Según el Indiana Capital Chronicle, tanto la Cámara de Representantes como el Senado de Indiana votaron en gran medida siguiendo líneas partidistas para permitir que se inserte lenguaje de biblioteca en el Proyecto de Ley 1447 de la Cámara. El recuento de la Cámara fue de 69 a 28 y el voto del Senado fue de 39 a 10.

Heck dijo que proyectos de ley con lenguaje similar habían sido rechazados en sesiones legislativas recientes.

Dijo que a los bibliotecarios les preocupa que la ley tenga un efecto paralizador en el desarrollo de sus colecciones.

Heck también dijo que al ILF le preocupa que los bibliotecarios no puedan recopilar materiales que sean legales según la ley estatal.

"Creo que esa es nuestra mayor preocupación al respecto", dijo.

Los bibliotecarios se preocupan por los impactos de la ley

Un memorando informativo enviado por la Biblioteca Estatal de Indiana a los bibliotecarios en mayo también señaló que la ley de Indiana, con algunas excepciones específicas, establece que es un delito grave de nivel 6 difundir, exhibir o reproducir material dañino para menores en un área donde los menores están expuestos a dicho material.

“Históricamente, ha sido una defensa ante el procesamiento si el asunto fue difundido o realizado con fines científicos o educativos legítimos. Además, históricamente ha sido una defensa si el asunto fue difundido, exhibido o realizado por una escuela o por un empleado de dicha escuela actuando dentro del alcance del empleo del empleado”, decía el memorando.

Según el memorando, a partir del 1 de enero de 2024, HEA 1447 elimina como defensa que el material dañino para menores se proporcionó con fines educativos. Además, elimina como defensa ante el procesamiento que el material fue proporcionado al destinatario o realizado por una escuela.

Heck dijo que la nueva ley, en lo que respecta al material que se considera obsceno o dañino para menores, es interesante, porque, en primer lugar, ya es ilegal tener esos libros en las bibliotecas.

También dijo que los distritos escolares cuentan con procesos de impugnación.

Vanessa Martin, copresidenta de defensa de ILF y bibliotecaria pública en Greensburg, dijo que la nueva ley crea "un efecto paralizador" en las bibliotecas escolares a la hora de curar sus colecciones.

Martin opinó que la ley impone una carga indebida a los bibliotecarios escolares para que sus catálogos estén disponibles.

Los comentarios de otros bibliotecarios indican que temen ser llevados a los tribunales por comprar un libro, dijo Martin.

"Estos bibliotecarios tienen miedo de comprar ciertos títulos porque temen meterse en problemas", dijo.

Además, Martin dijo que ha escuchado anecdóticamente que algunos bibliotecarios han tenido administradores que les han dicho que retiren los libros de los estantes incluso antes de que un residente de la comunidad los desafíe.

Partidarios y opositores del proyecto de ley chocan sobre la necesidad de una nueva ley

La representante Donna Schaibley, republicana por Carmel, fue autora de HEA 1447. A través de un correo electrónico de su secretaria de prensa, Schaibley rechazó una solicitud de entrevista de Indiana Lawyer.

El senador Jim Tomes, republicano por Wadesville, fue coautor del Proyecto de Ley Senatorial 12 en 2023, que tenía un lenguaje similar al HEA 1447.

En una reunión del 15 de febrero del Comité Judicial del Senado de Indiana, Tomes describió la legislación propuesta como una medida dirigida a los estudiantes de los grados K-12.

"(Estamos) tratando de evitar que los estudiantes de esa edad sean expuestos a libros que son pornografía absolutamente cruda", dijo Tomes al comité.

Ese proyecto de ley fue aprobado en el Senado con una votación de 37 a 12, pero no obtuvo votación en la Cámara.

HEA 1447 se menciona en el preámbulo de la cuarta versión de la Declaración de Derechos de los Padres que fue publicada en agosto por la oficina del Fiscal General Todd Rokita.

“La aprobación de HEA 1447 fue un excelente primer paso hacia la eliminación de libros inapropiados de las bibliotecas escolares de nuestros niños. La ley exige que las escuelas publiquen un catálogo de todos los libros de la biblioteca en sus sitios web. Si un padre considera que un libro es objetable, la ley les permite solicitar su eliminación a través de la junta escolar local”, escribió Rokita.

El senador Fady Qaddoura, demócrata por Indianápolis, dijo que la aprobación y promulgación de la ley HEA 1447 no es un incidente aislado, sino parte de una estrategia política más amplia para censurar a diversas comunidades.

"Consideramos que esta censura de libros es simplemente otro componente de una guerra cultural", dijo Qaddoura, añadiendo que la ley no tiene nada que ver, en su opinión, con los derechos de los padres.

El legislador demócrata también dijo que el estado y los estudiantes necesitan literatura que les permita convertirse en pensadores críticos.

Desafíos del libro

Heck dijo que este es su decimosexto año en el distrito escolar donde trabaja.

Dijo que nunca se ha enfrentado a un desafío formal por un libro, ni tampoco la mayoría de las bibliotecas.

Muchos de los libros cuestionados a nivel nacional tienen temas LGBTQ+ o abordan temas o cuestiones raciales, dijo Heck.

La Asociación Estadounidense de Bibliotecas tiene una lista de los libros más cuestionados en 2022.

Documentó 1.269 demandas para censurar libros y recursos de bibliotecas en 2022, lo que la ALA describió como el mayor número de intentos de prohibición de libros desde que comenzó a recopilar datos sobre la censura en las bibliotecas hace más de 20 años.

Kent Frandsen, abogado principal de Parr Richey Frandsen Patterson Kruse LLP, ha representado a distritos escolares durante más de 40 años. Actualmente representa a dos distritos escolares.

Frandsen dijo que nunca ha tenido una situación en la que hubiera un desafío oficial a un libro.

"Es sólo otro ejemplo de una ley que se promulga en busca de un problema", dijo sobre HEA 1447.

Además, Frandsen dijo que sospecha que la mayoría de los distritos escolares ya tienen una política o procedimiento para tratar las quejas de los padres o de la comunidad sobre los libros de la biblioteca.

Dijo que la nueva ley probablemente no requiera cambios significativos en esas políticas.

Pero aumenta las posibilidades de que el personal escolar se vea envuelto en una controversia local, y eso es lo último que quieren las escuelas, dijo.

Frandsen dijo que algunos distritos escolares rurales más pequeños tienen una escuela secundaria combinada con una sola biblioteca que atiende a estudiantes desde 12 hasta 19 años.

"Con un rango de edades tan amplio, los bibliotecarios pueden tener dificultades para decidir qué libros son apropiados para todos", afirmó. El miedo a ser acusado de un delito puede influir en esas decisiones”.

El problema con la nueva ley, opinó Frandsen, es que podría restar tiempo y dinero a la misión de educar a los estudiantes.

“La gente suele quejarse del número de administradores escolares, pero este es otro ejemplo de por qué aumentan los costos administrativos”, afirmó.•

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