La existencia de extraterrestres podría demostrarse en menos de un mes: físico de Harvard

La prueba científica de la existencia de vida extraterrestre inteligente podría llegar en menos de un mes, afirma un destacado físico de Harvard.

Pequeños fragmentos de metal recuperados del lugar del accidente de un OVNI parecido a un meteorito que se hundió en el Océano Pacífico en 2014 eran lo suficientemente fuertes como para ser potencialmente "una aleación artificial", según el profesor de física de Harvard, Avi Loeb.

"Existe la posibilidad de que sea artificial, de que sea una nave espacial", dijo Loeb, líder de los esfuerzos de recuperación para dragar los fragmentos frente a la costa de la isla Manus en junio.

Loeb, que también es director del Instituto de Teoría y Computación del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, afirmó que los resultados del análisis de este mes podrían revelar "definitivamente" el "primer contacto" de la humanidad con los extraterrestres.

"Espero tener más noticias dentro de un mes", dijo Loeb al Daily Star, y añadió: "Esa es la esperanza".

Loeb informa que actualmente nada menos que cuatro instituciones de investigación están capacitando a su equipo y personal científico en muestras de los fragmentos de metal recuperados.

Los fragmentos, 50 esferas en su mayoría de hierro de aproximadamente 0,1 a 0,7 mm de diámetro, probablemente provenían de un objeto que se originó fuera de nuestro sistema solar, según el análisis de Loeb y un ex alumno, así como científicos del Comando Espacial de EE. UU.

Los colegas de Loeb en Alemania, Papúa Nueva Guinea y en dos importantes universidades de Estados Unidos están ahora ocupados examinando las esferas para determinar si sus isótopos atómicos, su composición química y otros detalles pueden demostrar un origen de otro mundo.

"Estamos en el proceso de descubrir, dentro de aproximadamente un mes, de qué estaba hecho este meteoro y si tal vez sea de origen tecnológico o no", añadió Loeb.

Loeb y sus colegas han empezado a llamar al objeto IM1, por “Meteorito Interestelar 1”, aunque también lleva otro nombre más técnico en el catálogo de meteoros del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA: CNEOS 20140108.

Actualmente, IM1 ocupa el primer lugar en términos de resistencia material entre las 273 bolas de fuego del catálogo de meteoritos CNEOS de la NASA, una de las primeras pistas sobre su valor científico.

"Se movía más rápido que el 95 por ciento de las estrellas cercanas al Sol debido a cierta propulsión que tenía", según Loeb.

"También estaba hecho de un material muy resistente", continuó.

Loeb ha dejado abierta la posibilidad de que IM1, que se estima que tenía alrededor de 3 pies de diámetro y aproximadamente media tonelada estadounidense de peso mientras ardía a través de la atmósfera de la Tierra arrojando pequeñas gotas de metal fundido, pudiera haber sido una sonda extraterrestre.

El tamaño del objeto parecido a un meteorito está dentro del rango de las propias sondas de la humanidad que ahora navegan más profundamente en el cosmos, como las naves espaciales Voyager 1 y Voyager 2, que en los puntos más largos de sus antenas de alta ganancia alcanzan una longitud de 12 pies.

La sonda exploratoria no tripulada Voyager 2 es actualmente un objeto interestelar, a más de 12,3 mil millones de millas de la Tierra, pero que aún envía su "señal de latido" a la NASA.

"Si se trata de algo parecido a la colisión de la nave espacial Voyager con el planeta, parecería un meteoro", señaló Loeb, y añadió: "Lo descubriremos".

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